River Rail Puerto Rico Issue
River Rail

Vamos a limpiar el agua con nuestra tierra

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Tras los huracanes de 2017, la inseguridad del agua en Puerto Rico quedó ampliamente expuesta. Como isla abundante en arcilla y agua con un sistema eléctrico vulnerable, Tierrafiltra está abordando la calidad del agua de la isla mediante la producción de filtros de arcilla de origen local. El análisis de las masas de arcilla locales se lleva a cabo en paralelo a la construcción de una red de hornos alimentados con madera y gas. Interpretando las técnicas ancestrales y las tecnologías de código abierto disponibles, Tierrafiltra pretende presentar una alternativa viable a la dependencia de los materiales y equipos importados y a los elevados costes operativos, y así volver a imaginar nuestro paisaje con un filtro local. La colaboración con los científicos de Iser Caribe permitirá a Tierrafiltra evaluar la eficacia microbiológica del agua que pasa por diferentes recetas de arcilla:combustible.

Secado de dos cuerpos de arcilla en el Camp Tabonuco. La arcilla Jayuya tiene un alto contenido en óxido de hierro y, a pesar de su altísimo contenido en arcilla, es muy corta y quebradiza. La arcilla Morovis está sobresaturada de agua, es pegajosa y extremadamente plástica.
Secado de dos cuerpos de arcilla en el Camp Tabonuco. La arcilla Jayuya tiene un alto contenido en óxido de hierro y, a pesar de su altísimo contenido en arcilla, es muy corta y quebradiza. La arcilla Morovis está sobresaturada de agua, es pegajosa y extremadamente plástica.

¿Has probado alguna vez agua servida de un recipiente de barro?

Es de los sabores más simples y ricos de nuestro planeta.

La filtración de agua con barro no es nada nuevo, de hecho, nuestras ancestras y ancestros alrededor del mundo lo hacían. Recuerdo verlos en el Medio Oriente: era lo cotidiano, particularmente antes del descubrimiento del petróleo.

Vamos a limpiar el agua con nuestra tierra.

El proyecto Tierrafiltra consiste en el proceso de producir un filtro ecológico, o el espíritu de la tierra, Borikén.1 Tras el paso de los huracanes Irma y María, me incliné hacia esta tecnología rudimentaria, y a la vez sofisticada. En el Caribe abundan suelos arcillosos y riqueza en el agua—lo que nos falta es la confianza para purificarla. La meta es limpiar el agua de dudoso estado y desarrollar una red de hornos eficientes de bajo costo y de leña, que responda a la situación en Puerto Rico. La intención es producir este filtro localmente y catapultar prácticas autónomas de cerámica en la isla.2

En enero de 2018, entre rigor y casualidad, estuve en conversación con Ceramistas por la Paz, una ONG que ha contribuido al establecimiento de más de 50 fábricas de filtros en 30 países, además de apoyar a alfareros y productores de filtros en las zonas rurales de Nicaragua por más de 30 años. Ron Rivera, activista global puertorriqueño, de la diáspora en el Bronx, y antiguo coordinador internacional para Ceramistas por la Paz, dedicó su vida a impulsar la apertura de centros de producción de filtros en todo el mundo.3 Él creía firmemente en que todas las personas tienen derecho a agua potable. Su meta era abrir 100 centros. Constantemente me pregunto: ¿Cómo es que no existe ya una fábrica en Puerto Rico? Con nuestras intenciones tan alineadas, Tierrafiltra es uno de muchos esfuerzos interconectados y simultáneos que continuarán su legado.

Rivera fue clave en estandarizar un modelo de filtro para agua potable desarrollando un molde de dos piezas. La receta de barro y aserrín se presiona en un recipiente similar a un tiesto.4 Cuando se hornea el filtro, el aserrín se quema, dejando numerosas cavidades para que luego el agua pase por los caminos meandros del filtro poroso, atrapando las bacterias y los virus: esta propiedad se llama tortuosidad. El filtro elaborado tiene un flujo de agua óptima de uno a dos litros por hora. Como último, se añade otra capa de seguridad con un baño de plata coloidal, la cual es antibacterial. El resultado: agua limpia y fresca.

Al tener el filtro regulado, Ceramistas por la Paz pudo desarrollar un protocolo, que me compartieron para estudiar el barro de nuestro entorno en Borikén. Para la producción de un filtro microbiológicamente efectivo es fundamental una mezcla apropiada de materiales y temperaturas. Determinadas pruebas, registros e interpretaciones de los resultados se llevan a cabo para determinar la proporción de barro y material combustible, y poder deducir la temperatura óptima de quema que mejor funciona para cada geografía. Como resultado de este estudio autodirigido, tomé un primer curso exploratorio con Ceramistas por la Paz, que culminó con una certificación para abrir y dirigir un centro de producción de filtros.

En mi práctica, oscilando entre el objeto y el espacio, he identificado las necesidades básicas de los alfareros en Puerto Rico. Una de las preocupaciones mayores para aquellos que trabajan con barros importados es que son muy costosos y cada vez más escasos, lo cual hace relevante el estudio de abastecimientos naturales de barro, una práctica poco común en nuestros días.5 Otra preocupación es que algunas piezas en barro, para convertirse en sólido, no están llegando a la temperatura requerida, debido a la vulnerabilidad de la infraestructura eléctrica y las variables en temperatura de las quemas de cerámica a cielo abierto6. Para vitrificar un filtro se requiere un calor sostenido y regulado de al menos ocho horas.

Para enfrentar estas realidades, tenemos que reconocer que el barro es viable como lo indica no sólo el protocolo, sino más bien nuestra procedencia indígena7. A fin de evaluar las arcillas para filtrar el agua en Puerto Rico, se requiere ensamblar una prensa hidráulica para el molde y construir un horno “Mani” que pueda amontonar más de 50 filtros por quema8. Por medio del establecimiento de una fábrica de filtros a pequeña escala, desarrollando recetas, prensando filtros, entrenandonos como operadores de hornos e incentivando el proceso educativo, todos los colaboradores en la fábrica obtendríamos el debido conocimiento para trabajar el barro local. El reto en estos momentos es crear un modelo económico en el que podamos hacer este proyecto sustentable en un Puerto Rico financieramente austero.

Veo el proyecto de filtración de agua como uno que puede tener ondas expansivas dentro de comunidades soberanas, fomentando la educación ecológica, al igual que las prácticas artísticas en las comunidades cercanas a los depósitos naturales de arcilla, con el discurso técnico y los hornos-por-construir. Es una manera de recuperar el territorio, una respuesta al robo de nuestras tierras: es una manera de apoderarnos de lo nuestro.

Este objeto cotidiano puede mejorar nuestra salud, nuestra cultura material y nuestra relación con el entorno. El filtro es una propuesta de sanación colectiva. ¿Cómo podemos sanar nuestros cuerpos con nuestro entorno? Limpiando nuestra agua con nuestro barro.

No puedo clamar que este filtro es la solución de todos nuestros problemas, pero sí puedo decir que es una manera de contribuir junto a las muchas propuestas locales que existen y gestionan nuestra autosostenibilidad.

Continuaré esta visión de la única manera que conozco: reuniendo pensadores, creadores y activistas a través de la cerámica. Cada quema implica un aprendizaje entre nuestras colaboraciones intrapersonales y nuestros elementos. Esto nos reconecta con la tierra.

Y ahora, ¡a limpiar agua con barro, salud! 9

  1. Bori = espíritu      (de la)       kén = tierra
  2. MAATI (2012) es un proyecto interdisciplinario que integra tradiciones regionales y precedentes en cerámicas del mundo como recurso para alfareros en Medellín, Colombia, fundado por Andrés Monzón, Parul Singh, y Amara Abdal en la sede del Programa Internacional de Residencias de la Fundación Campos de Gutiérrez. A través de investigación, programas educativos y producción, el proyecto aspira contribuir a la viabilidad de la cerámica y funciona como un foro para conversaciones locales e internacionales acerca del rol de la disciplina cerámica tanto en el arte contemporáneo como en la vida cotidiana.
  3. Ron Rivera se apasiona por la cerámica en los años 70 cuando estudió en Cuernavaca, México con Paulo Freire, educador y filósofo brasileño, e Ivan Illich, teorista educacional y político, quienes enseñaban que los humanos han perdido su conexión con la Tierra.
  4. Desde Nueva York, cuando se revela la seriedad de la inseguridad del agua a raíz de los huracanes, reaccioné mezclando barro con una variedad de materiales combustibles. En el 2016, en una de mis visitas a la isla, me acerqué al barro en Jayuya y entré en diálogo con un colectivo enfocado en el estudio de materiales de origen biológico. A través de este intercambio, comprendí que el aserrín es un biproducto disponible. “MAOF surge en relación a un contexto específico. [...] La madera tropical y local existe entre dos polos extremos: o termina en la basura o se convierte en una comodidad exclusiva. MAOF se enfoca en los usos históricos y cotidianos de los materiales recolectados, atribuyéndole valores (y acceso) de uso, no de especulación.” MAOF, MAOF. AOF. (RRD, México 2018),113.
  5. En febrero del 2018, al recibir a Meghan Stotko después de su participación en una brigada de aprendizaje en Nicaragua con Ceramistas por la Paz, intentamos construir nuestro primer horno de leña según el modelo del horno Dougie en Tabonuco, plataforma de artes, educación y ambiente. El horno debe su nombre a Douglas Naum, alfarero y elaborador de filtros nicaragüense, quien incorporó un barril de acero dentro de la cámara para así sostener los ladrillos del arco, haciendo el horno accesible para la producción de loza de barro. Aún siendo de los hornos de más bajo costo en Nicaragua por la abundancia de la producción de ladrillos, en Puerto Rico enfrentamos otra realidad. Debido a la erradicación de prácticas de producción de cerámica y ladrillo, estamos forzados a comprar ladrillos importados, lo que eleva los costos de construcción. Aparte de nuestra búsqueda constante de ladrillos de segunda, podemos también aprovechar las propiedades térmicas de los hornos eléctricos en desuso al convertirlos a propano y/o leña, como recién me ha contribuido Steve Smith. Nuestros hornos son experimentos. La próxima iteración del horno Dougie tendrá cámaras de fuego en ladrillos quemados y ladrillos ‘cobb’ sobre el barril. Mediante este proceso podemos hacer ladrillos para hornos futuros.
  6. Como en el caso de la Escuela de Artes Plásticas y Diseño en el Viejo San Juan, por cuestiones de un transformador eléctrico inconsistente, las temperaturas de quema se han visto limitadas: por ejemplo, un horno que normalmente llegaba a una temperatura media (cono 6) ahora solo llega a temperaturas bajas (cono 04). Además, aunque hayan hornos eléctricos que funcionen para prácticas artísticas, los altos costos de la quema son susceptibles a la Autoridad de Energía Eléctrica. Particular a los filtros, es ideal construir hornos híbridos, de leña y gas, para no depender de una sola fuente de combustible; también no es factible usar hornos eléctricos ya que el aserrín en el mismo filtro que se combustiona en la quema deteriora los componentes metálicos de éstos. Ya estableciendo los hornos, la infraestructura se hace accesible para una gama de manifestaciones en cerámica.
  7. “La peculiaridad arqueológica de los primeros agroalfareros (fueron llamados los huecoides, salaoides, o igneris) es la excelencia de su cerámica, la cual posee un alto nivel técnico y artístico. Dominaban la técnica ceramista en todos sus pasos: sabían seleccionar adecuadamente el barro, añadirle en proporción precisa el desgrasante apropiado para que no se rajara, confeccionar - por método de enrollado- recipientes de fino espesor y cocerlos a altas temperaturas para obtener una cerámica que no fue superada por ninguna cultura antillana posterior.” Sebastián Robiou Lamarche, Taínos y Caribes: Las culturas aborígenes antillanas. (Scotts Valley: CreateSpace Publishing, 2016), 44.
  8. El horno “Mani” es nombrado por Manny Hernández, quien diseñó este horno de llama transversal de leña con ladrillos de losa comunes. Este diseño se ha popularizado en Centroamérica y es ideal para la producción de filtros de cerámica ya que no se requiere llegar a altas temperaturas. Sin embargo, construir el mismo horno con ladrillos más refractarios nos permitirá ahorrar energía combustible, ya que aísla el calor de una forma más eficiente. Además tendríamos la capacidad de subir a temperaturas aún más altas, lo cual nos permitirá expandir las posibilidades de fabricación y facilitará futuras investigaciones.
  9. Con la beca de Investigación Basada en Materiales con Center for Craft, Tierrafiltra en colaboración con Iser Caribe y Don Inocencio Álvarez maquinista Autodidacta, ha producido un molino de martillo, fundido y torneado el molde de dos piezas en aluminio y comenzado a ensamblar la prensa hidráulica para luego probar la calidad del agua de los filtros iterativos en este proceso.
Vasos en el estudio: una de ellas tiene un desliz de Jayuya sobre Morovis.
Vasos en el estudio: una de ellas tiene un desliz de Jayuya sobre Morovis.

Primer intento de Dougie Kiln en el campamento Tabonuco (Febrero 2018).
Primer intento de Dougie Kiln en el campamento Tabonuco (Febrero 2018).

Alice Chéveres, residente de Morovis, mezcla arcilla con arena de río para disminuir la contracción. Aquí dirige una cocción abierta con los participantes de su taller, Taller Cabachuelas, convocada por Jorge González y Escuela de Oficios en abril de 2018.
Alice Chéveres, residente de Morovis, mezcla arcilla con arena de río para disminuir la contracción. Aquí dirige una cocción abierta con los participantes de su taller, Taller Cabachuelas, convocada por Jorge González y Escuela de Oficios en abril de 2018.

Algunas de las piezas de Alice Chéveres antes y después de la cocción.
Algunas de las piezas de Alice Chéveres antes y después de la cocción.

Los fragmentos de saladoides muestran motivos coloreados sobre las superficies.
Los fragmentos de saladoides muestran motivos coloreados sobre las superficies.

Gracias a la beca de investigación basada en materiales concedida recientemente por el Center for Craft, Tierrafiltra, en colaboración con Iser Caribe, podrá mecanizar un molde, montar un filtro de prensa hidráulico y probar la calidad del agua de las recetas de filtrado iterativas a lo largo de este proceso.
Gracias a la beca de investigación basada en materiales concedida recientemente por el Center for Craft, Tierrafiltra, en colaboración con Iser Caribe, podrá mecanizar un molde, montar un filtro de prensa hidráulico y probar la calidad del agua de las recetas de filtrado iterativas a lo largo de este proceso.

Cocción y estudio del Protocolo de Prueba de Arcilla Filtrante Cerámica de 5 diferentes muestras de arcilla local. Ponce, Jayuya, Morovis y dos de San Lorenzo (Mayo 2018).
Cocción y estudio del Protocolo de Prueba de Arcilla Filtrante Cerámica de 5 diferentes muestras de arcilla local. Ponce, Jayuya, Morovis y dos de San Lorenzo (Mayo 2018).

Cocción y estudio del Protocolo de Prueba de Arcilla Filtrante Cerámica de 5 diferentes muestras de arcilla local. Ponce, Jayuya, Morovis y dos de San Lorenzo (Mayo 2018).
Cocción y estudio del Protocolo de Prueba de Arcilla Filtrante Cerámica de 5 diferentes muestras de arcilla local. Ponce, Jayuya, Morovis y dos de San Lorenzo (Mayo 2018).

Arcilla de Morovis.
Arcilla de Morovis.

Conos pirométricos en paquetes de arcilla locales para medir el calor y el tiempo en el horno.
Conos pirométricos en paquetes de arcilla locales para medir el calor y el tiempo en el horno.

El horno eléctrico se alimenta ahora de gas, lo que reduce el coste de las cocciones.
El horno eléctrico se alimenta ahora de gas, lo que reduce el coste de las cocciones.

    Una versión anterior de este texto fue publicada en una antología titulada Voices from Puerto Rico / Voces desde Puerto Rico (Red Sugarcane Press), compilada y editada por Iris Morales.
    Esta versión más completa que incluye estudios de fotografía en 35 mm y otros materiales ha sido editada por la mentora ceramista y madre de la autora, Norma Isa Figueroa.

Contributor

Amara Abdal Figueroa

Amara Abdal Figueroa lives between Puerto Rico and Kuwait. She is an agroceramicist, artist, and environmental advocate. Amara’s practice is regenerative and intergenerational, focusing on our earth, how nature reflects culture, and how material extractions separate or connect us to our current ground by linking the effects of climate change, urgency, and an immense love for the land and innumerable cohabitants. Her work documents ways in which materials are sourced, transformed, used and reused, working mainly with, but not limited to, locally identified clay bodies. She currently studies the ground in Borikén to filter the island’s water, Tierrafiltra, continuing Ron Rivera’s legacy (Potters for Peace) in his island of origin. This research has been made possible thanks to the Materials-Based Research Grant from Center for Craft in collaboration with ISER Caribe, National Association of Latino Arts and Culture Fund for the Arts, and Art Matters Foundation.

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